Bert Hellinger, filósofo, teólogo y misionero en Africa durante más de 15 años, tras dejar el sacerdocio y especializarse en psicoanálisis, PNL y Gestalt, creó el método terapéutico de las Constelaciones Familiares a finales de los años 80 del siglo XX.
La principal aportación de Bert Hellinger es la explicitación de los Órdenes del Amor, sostenida en la idea de que el Amor crece y florece dentro de un Orden cuando se da a cada miembro de la familia o del sistema, un lugar de dignidad y respeto. Todos somos miembros de una familia y estamos ligados por rofundos lazos de amor y lealtad. En muchos casos, este amor que nos puede llevar a la felicidad se enreda y nos puede traer desdicha e incluso enfermedad.
Bert Hellinger observó las dinámicas y patrones de comportamiento que conllevan las identificaciones e implicaciones trágicas de una generación a la siguiente, dentro de un sistema: la muerte temprana de un miembro de la familia, cuando alguien fue expulsado u olvidado o se le negó la pertenencia, cuando hay injusticias y desequilibrios en el balance entre el dar y el tomar…entonces surge la dinámica de “seguir a la muerte” a otras personas, “querer morir” o llevar cargas en lugar de otros, expiaciones de culpas o movimientos amorosos interrumpidos hacia los padres.
Estos hechos pueden tener efectos en las generaciones posteriores de manera totalmente inconsciente, como también ser la base de muchas neurosis.
Todos formamos parte de una red familiar. En realidad todo es sistémico. Cualquier síntoma personal es un mensaje del sistema familiar, que protege de algo, que cuida de algo. Por tanto la solución está en el sistema. Se trabaja con el núcleo familiar.
En el trabajo de Constelaciones Familiares las dinámicas e implicaciones que generan desdicha salen a la luz y, al restablecer los Ordenes del Amor, aparecen soluciones que hacen fluir el amor para el bienestar y alivio de todos los miembros de una familia.Lo que cura es la actitud de cambio: La aceptación. Dejar de pelearte con el pasado y con las expectativas de futuro y fluir con la vida.La realidad aceptada es liberadora, disuelve las implicaciones en viejas ilusiones y abre paso a la reconciliación. De esta manera la perspectiva se amplía y con ella también la responsabilidad sobre la propia vida.
Según palabras de Bert Hellinger:
"… La esencia de este trabajo es tomar la vida tal y como es.
Muchos terapeutas quieren corregir algo. No hacemos eso aquí."
A diferencia de otras ramas de la psicoterapia, donde se habla y se opina, las constelaciones familiares son un método vivencial. Uno no sólo piensa y reflexiona sino que también siente, percibe y libera emociones. Los conflictos siempre tienen que ver con algún dolor evitado. Pero esta manifestación del dolor es liberadora.
La psicoterapia se ocupa del individuo y las constelaciones familiares se ocupan del individuo en relación con su red de vínculos. En las constelaciones familiares el enfoque está en el alma o en lo profundo que nos une, más allá de los rasgos neuróticos de nuestra personalidad.
Cuando por más que te esfuerzas surgen las mismas dificultades y parece que haya barreras invisibles de romper para que las relaciones fluyan, sobretodo si hay dificultades en la relación con algún ser querido en concreto. Cuando hay pautas en tu vida que se repiten una y otra vez y piensas: “Siempre me pasa lo mismo” con las relaciones de pareja o con las relaciones con jefes, en el trabajo…
Si padeces alguna adicción.
Si padeces enfermedades graves o crónicas, es conveniente explorar si hay alguna dinámica sistémica familiar no resuelta que somatices.
En casos de depresión, trastornos del ánimo, sentimientos de muerte o ideación suicida.
Tras haber sufrido un accidente grave, con riesgo para la propia vida.
Para ayudar a hacer el duelo ante una pérdida afectiva importante por separción o muerte...
En definitiva para adquirir mayor conciencia sobre ti mismo y vivir una vida más plena.
A todos los miembros del sistema. En casi todas las familias hay ciertos hechos que tienen un profundo impacto residual en todos sus miembros, perturbando la armonía familiar.
Todos fuimos niños alguna vez y todo niño está conectado a su familia y adopta ciertos roles en la estructura familiar. Todos los miembros de la familia, incluyendo aquellos que están ausentes por muerte y separación, están energéticamente presentes en la estructura familiar y afectan a los otros miembros del sistema. Si un nudo se deshace en la red familiar del amor, se deshace para todos.
Esta técnica psicoterapéutica se puede aplicar tanto en talleres vivenciales en sesión de grupo, como en consulta, en sesión individual. Los efectos sanadores son los mismos.En la sesión individual, trabajamos en privado con la persona que viene a hacer la terapia y utilizamos como representantes de la familia o de la situación que el cliente plantee figuras sobre una mesa ó marcadores en el suelo (folios, cartulinas, cogines ó fieltros), la introspección, la visualización, la regresión....
El trabajo en sesión individual nos permite ampliar el conocimiento que tenemos de nosotros y abordar situaciones o conflictos que nos generan ansiedad y malestar. A veces son un paso previo a una Constelación Grupal y tienen la misma fuerza sanadora. Además permite realizar el genograma familiar ó representación gráfica del árbol genealógico de una familia, representando al menos tres generaciones de la misma, y registrando información sobre sucesos nodales críticos en la historia de la familia, en particular los relacionados con el "ciclo vital". Su estructura en forma de árbol proporciona una rápida visión de las relaciones familiares. Por lo general el genograma se construye durante la primera consulta en sesión individual y luego se revisa a medida que se obtiene más información.
En la sesión de grupo te apoyas en otras personas, en los compañeros participantes, para realizar la representación de la red familiar. El cliente elige guiado por su intuición, representantes para aquellas personas que integran su sistema familiar, incluyendo un representante para sí mismo, y colocándolos y orientándolos en el espacio.
A partir de ahí, en base a los sentimientos expresados por los representantes, el terapeuta acompaña al cliente al encuentro con la realidad, completándola con frases sanadoras con una enorme carga emocional, y con movimientos muy suaves posiciona a las personas representadas en una nueva imagen encaminada a la solución, en sintonía con los Ordenes del Amor.
En ambas modalidades los resultados son igualmente eficaces, tanto en la sesión individual como cuando desplegamos una Constelación Familiar en Grupo. Los beneficios son los mismos. En realidad, trabajamos con las imagénes internas que el cliente que acude a la consulta o al grupo tiene sobre sí mismo, sobre su presente y las situaciones que le preocupan y sobre su sistema familiar. Estas imágenes están formadas por las experiencias personales vividas en primera persona , por los recuerdos de dichas experiencias, teñidos por los juicios de valor y los sentimientos asociados a ellos. También por la información que ha recibido, a veces distorcianada, de terceras personas de su entorno y toda la información que ha percibido y sentido directamente a lo largo de su vida de sus mayores (padres, abuelos, tíos...) a un nivel muy inconsciente.
Ambas formas de trabajar sirven para dar una nueva imagen de la relación entre los miembros del sistema familiar y permiten realizar un trabajo, basado en la percepción y la intuición, encaminado a encontrar la mejor posición, es decir, la mejor solución para todos.
Se trata de que la información que está en el inconsciente de la persona, salga a la luz, la persona tome conciencia de ello y a partir de ahí, surgen los cambios. También es importante señalar que se trabaja para todo el sistema familiar y no solo para la persona que solicita el trabajo.