Las relaciones de pareja y la relación con uno mismo.
La relación de pareja es en realidad un espacio para poder aprender sobre uno mismo.
¿Y el enamoramiento? Esa experiencia, cuando sentimos mariposas en el estómago es maravillosa y hay que vivirla. El enamoramiento es muy bonito, pero no es amor. El enamoramiento genera dependencia. Después hay que transformarlo en amor, porque el amor genuino es aquel que te libera, te hace ser tu mismo.
Cuando me entiendo a mi,
te entiendo a ti.
Ese entendimiento viene del Amor. La falta de Amor por nosotros mismos, nos hace sentir y percibir nuestra vida como carente de afecto, falto de apoyo y de atención. Cuando descubrimos nuestro propio Amor y lo compartimos, surge la ternura, la generosidad, la compasión.
En el fondo llevamos un bebé que echa de menos la unión, el amor incondicional cuando nuestras necesidades estaban cubiertas en el vientre de mama. El sentimiento de confluencia según la psicología evolutiva dura hasta los 8 meses de vida. En principio la mama y todo lo que existe a su alrededor está a su servicio para cubrir sus necesidades.
Todos llevamos ese niño interior que anela esa sensación de plenitud, el amor incondicional ese paraíso perdido que sentíamos en el vientre de mama. Lo busca en sus padres, como ellos no pueden cubrirlo porque también llevan lo suyo no resuelto. Además los padres tienen que frustrarlo para la sociabilización; esto forma parte del desarrollo sano del ser humano. Todo lo no solucionado con los padres durante la infancia, luego lo busca y lo reclama en la relación de pareja.
Todo lo que no ha colmado en la relación con los padres busca que la pareja lo cubra. Todos llevamos agujeros en el alma, partes que no se han desarrollado, que no están en plenitud y de alguna manera cada ser humano tiene en su interior un niño caprichoso que le exige a la pareja que cubra sus necesidades de cariño, de sentirse visto, y se siente con derecho de exigirle al otro miembro de la pareja que le de lo que necesita. Y así vamos a la pareja. Empieza la competitividad en la pareja que destruye la relación.
La relación de pareja es el reflejo de la relación con uno mismo.
Cuando el niño o la niña herida que habita en nuestro interior espera inconscientemente que el otro le llene sus huecos del alma, surgen los problemas y cargamos al otro.
Una relación de pareja es un acuerdo entre dos adultos y no la incondicionalidad materno o paterno filial que a veces anhelamos....esa mama y ese papa perfecto que cubra nuestras necesidades y que sentimos que no tuvimos. En la medida que acepto a mis padres y a mi infancia tal y como fue, dejo de exigirle a la pareja.
La solución pasa porque cada uno tome a su niño/a interior en sus manos y se haga cargo cada uno de las necesidades que tiene en vez de volcarlo en la pareja. Si el otro miembro de la pareja hace lo mismo, la relación fluye en armonía.
Cuando buscamos que la otra persona nos haga felices, porque nosotros no somos capaces de hacernos felices por nosotros mismos, esa es la clave para que la pareja rompa. Es importante estar bien con uno mismo y conocerse uno mismo, para que pueda funcionar nuestra relación de pareja.
Cada persona para convertirse en un adulto sano tiene que convertirse en el padre y la madre ideal de si mismo y acabará transformándose en un manantial de abundancia.
Cuando una persona se desconce a sí misma es imposible establecer una relación sincera y verdadera con el otro. Si me desconozco, estoy en el autoengaño. La pareja me expone y me obliga a sacudir el polvo de mi propia alfombra; se levanta una polvadera y a los otros generalmente tampoco le gusta mirarlo, porque le recuerda su propia polvareda que no quieren mirar y surge el conflicto.
No es solamente el Amor lo que consolida una relación, es el modo de relacionarse, el respeto, cuidarse, apoyarse, mirar en una misma dirección, ser feliz haciendo feliz al otro, mantenerse unidos en los mejores y peores momentos. Todo esto construye una base sólida para afianzar y ser feliz en el Amor.
La clave para tener éxito en una relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a Amar a la persona encontrada. El Amor es por lo tanto una "decisión", no es sólo un sentimiento.
Recuerda que el destino determina quién entra en tu vida y que depende de ti decidir quien quieres que camine a tu lado, a quien permites que se quede, y a quien quieres dejar ir. Esa es tu responsabilidad.
Estar solo es una forma de conformismo. Prefiero resignarme y estar solo en vez de mirar lo que hay dentro de mí. Ver lo doloroso, lo que se ha ocultado. El verdadero trabajo con uno mismo está relacionado con una actitud valiente y no mediocre.
Para llegar a una relación de pareja primero tienes que resolver la relación contigo mismo. Una relación funciona cuando las dos personas están en un grado similar de evolución, de autoconocimiento y de “limpieza”. A veces, las relaciones se sostienen desde el conformismo y el autoengaño. También es una actitud aprendida, lo que suelen hacer los otros.
Una relación de pareja basada en el amor es una relación basada en la responsabilidad, cuando la persona asume las consecuencias de sus pensamientos y de sus emociones y no le exiges al otro. Se la reconce porque no hay exigencias ni condiciones. Eso significa que cada persona se está apoyando en sus propios pies, se siente entera y entonces se puede dar el compartir. No espera que el otro venga a salvarle, a complementar su carencia y a cubrir su deseperación.
Cuando dependes de alguien es imposible que le ames. Te conviertes en el vigilante de sus actos, cuando te sientes un compañero, la relación es auténtica, real y se establece el equilibrio en el dar y recibir.
¿Cómo encontrar pareja? ¿Cómo distinguir una relación auténtica? Son aquellas que aparecen cuando estás haciendo lo que deseas para ser feliz, no aquellas que buscas para ser feliz. Haz lo que te apasiona, lo que te completa, y aparecerá la persona adecuada a ti.
Pero lo cierto es que arrastramos los patrones y las creencias que aprendimos en la infancia sobre nosotros mismos los demás y el mundo que nos condicionan. Inconscientemente me atraen las personas que fortalecen mis patrones de pensamiento. Si yo siento “yo no valgo”, surgirán personas que me lo harán sentir. Luego me bloqueo y desarrollo defensas para bloquear el dolor pero no para resolver el problema.
Algunos reconocen su problema, otros lo proyectan fuera: “Son los otros lo que me hacen daño a mí y yo estoy bien”.
Una relación “especial” es un intento de encontrar el consuelo y la paz de la devastación interna que siento por mis propias creencias. Cuando tratas de encontrar a alguien que amortigüe tu propio dolor. Es una fantasía.
Para entenderte a ti mismo es necesario dejar de temer al amor y atreverte a experimentarlo en todas las interpretaciones que el ego te mostrará. El amor no duele, lo que duele es la expectativa que generaste a su alrededor.
Llegar a la armonía total en una pareja requiere tiempo, consciencia y voluntad. El amor es necesario, por supuesto, es imprescindible pero hace falta también consciencia y sabiduría.
AMAR es una decisión.
AMAR es dedicación y entrega.
AMAR es un verbo y el fruto de esa acción es el Amor.
AMAR a tu Pareja, significa Aceptarla, Valorarla, Respetarla, Darle tu Amor.
Y todo eso te hará FELIZ por AMAR.
El Amor es como un ejercicio de jardinería. Arrancas lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, se paciente, riega y cuida el terreno. Estate preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, más no por eso abandones tu jardín. Vive la experiencia.
María Adela Miguélez Cruces,12 de marzo de 2015